Un escenario similar permitió al perro “Pilar” detectar explosivos colocados, con este propósito, cerca de un automóvil estacionado. Particular curiosidad y asombro entre los estudiantes y los miles de turistas presentes en la Reggia causó la presencia de las unidades robóticas “Saetta” y “Remi”. En particular, el perro robot “Saetta” y su conductor interactuaron con los presentes acompañándolos hasta el vestíbulo superior del Palacio Real, enfrentando con naturalidad los numerosos escalones de la escalera real. El servicio de control realizado por los carabineros antisabotaje de los Departamentos operativos de Caserta y Roma también a través del uso del robot oruga “Remi” continuó luego en un tramo de los jardines reales.