Domingo 24 de marzo a las 18.30 horas en la Iglesia de los Siervos de María, en Sorrento, está prevista una vista previa de la II edición del proyecto «Soave sia il vento Così... se fan tutti». La Fundación Pietà de' Turchini, junto con la Venerable Congregación de los Siervos de María, el Ayuntamiento de Sorrento, en colaboración con I.S. «Francesco Grandi», presenta el Requiem op. 48 para solistas, coro, órgano y orquesta de Gabriel Fauré, famoso músico francés, organista y compositor de música sacra. El evento programado para el Domingo de Ramos, presenta el tema de la muerte en correlación con las celebraciones pascuales.
Nacido de la necesidad personal y privada del autor de poner música a los sentimientos relacionados con el luto, después de la pérdida de sus padres, la pieza representa el tránsito no como una transición dolorosa sino como una feliz liberación. Los intérpretes musicales, para la parte vocal, serán la soprano Maria Ercolano, el barítono Antimo Dell'Omo y el Coro Estro Armonico dirigido por Eleonora Laurito; para la parte instrumental, Piero Massa en la viola, Luca Signorini en el violonchelo, Marianna Meroni en el órgano y con la Orquesta del Real Colegio. La dirección es de Antonio Maione.
El proyecto combina las excelencias de la Península Sorrentina con las de otros territorios, para enriquecer la oferta cultural y crear nuevas oportunidades. Fauré comenzó a componer el Requiem en 1885, con motivo de la muerte de su padre, a la que poco después siguió la de su madre. Fauré imaginaba este momento como «una aspiración a la felicidad»: así él mismo escribía comentando su Requiem. Las atmósferas musicales son de paz y melancolía compuesta; no se encuentra el terror de la nada, como en los trágicos Requiems de Mozart y de Verdi, sino que, por el contrario, se percibe la esperanza cristiana en la paz y en la vida eterna. Además, el Requiem de Fauré es muy diferente de las composiciones románticas del mismo género, sobre todo por su carácter íntimo, reservado y muy «francés».
La primera versión del Requiem fue ejecutada en 1888 en la Iglesia de la Madeleine de París, donde Fauré era maestro de capilla y organista. Posteriormente, el autor elaboró otras versiones, ampliando la instrumentación y añadiendo el espléndido Pie Jesu, que sustituye al Benedictus y que es quizás la página más encantadora de toda la obra. La versión más famosa es la última, de 1900 que Fauré escribió para gran orquesta. La que se ejecutará el domingo 24 de marzo es, en cambio, de 1893. En esta ocasión, además, el Requiem será precedido por algunos breves fragmentos, que predispondrán al oyente al justo espíritu de meditación y reflexión.
El primero será el Victimae Paschali, la secuencia gregoriana del siglo XI que se canta tradicionalmente en el período de Pascua: a continuación O sacrum convivium de Luigi Molfino y Notre Père de Maurice Duruflé. Cerrará la primera parte del concierto otra joya de la música sacra francesa, el delicioso Tantum ergo Op. 55, del mismo Fauré.