Después de verificar los numerosos antecedentes penales de los dos hombres, los agentes encontraron en uno de ellos joyas por 6000 euros y en una chaqueta la suma de 425 euros. Los policías de Carreteras de Caserta iniciaron así las investigaciones, coordinadas por la Fiscalía de Santa Maria Capua Vetere, y se descubrió que los dos hombres provenían de Barberino Tavernelle, en la provincia de Florencia, donde una mujer de 81 años había denunciado haber sido víctima de una estafa agravada.
Los dos delincuentes le habían hecho creer que su hijo había estado involucrado en un accidente de tráfico y que necesitaban dinero o joyas para resolver su situación; uno de los dos, haciéndose pasar por sargento de los carabineros, había contactado a la mujer en el teléfono de su casa para luego presentarse en persona y hacerse entregar las joyas. La anciana se dio cuenta de que había sido estafada cuando preguntó a los familiares si su hijo realmente había estado involucrado en el accidente; tras recibir una respuesta negativa, denunció la estafa en la estación de carabineros.