Desarticulación de una red criminal especializada en estafas a ancianos en el norte de Italia

Cuatro personas han sido arrestadas por los carabineros de Monza en las provincias de Milán y Nápoles, acusadas de pertenecer a un grupo criminal organizado dedicado a estafas contra ancianos o personas vulnerables en el norte de Italia. Los delitos imputados fueron cometidos, entre otros lugares, en Voghera, Alessandria y Novara, y en las provincias de Monza y Milán. Las bases de la banda, compuesta por italianos entre 31 y 61 años, fueron localizadas entre Milán y Nápoles. Esta mañana, al concluir las investigaciones coordinadas por la Fiscalía de Monza, los carabineros arrestaron a los cuatro sospechosos en ejecución de una orden de custodia cautelar en prisión firmada por el Juez de Instrucción de Monza. El autor de la estafa explotaba la edad de la víctima, aprovechando la percepción del peligro y la urgencia de la intervención, de manera que la desestabilizaba emocionalmente. Una vez ganada la confianza del interlocutor, este era abordado por un emisario (que generalmente se hacía pasar por empleado del estudio legal) al cual entregaba la suma solicitada. Los resultados de la investigación recopilados han permitido la formulación de ocho distintos cargos de imputación relativos a los delitos de asociación ilícita destinada a la estafa y de conspiración en estafa agravada. Según la acusación, los autores actuaban de manera estable y organizada, lo que incluía, entre otras cosas, la distribución de tareas y roles, la existencia de bases operativas (una de las cuales se encontraba en un apartamento cerca de la estación Central de Milán) y la disposición de recursos materiales para los desplazamientos y la ejecución de las acciones fraudulentas. En particular, en la banda había un líder, un hombre de 41 años residente en Nápoles (llamado 'centralista'), que planificaba la comisión de los actos delictivos, organizaba el trabajo en detalle, obtenía tarjetas telefónicas con titulares ficticios y teléfonos 'desechables', seleccionaba y contactaba a las víctimas, coordinaba y dirigía la acción de los cómplices que se presentaban en el hogar de estas para recoger el beneficio del delito, proporcionaba los medios para los desplazamientos en el lugar y para el transporte del botín desde el lugar del delito a Nápoles, cubría los gastos y remuneraba a los participantes en la asociación. También había un hombre de confianza del líder, un hombre de 30 años residente en Nápoles, encargado de mantener contacto con los socios que iban a la víctima para cometer las estafas, entregándoles teléfonos desechables y los vehículos para los desplazamientos, todos provenientes de empresas de alquiler para obstaculizar la identificación de los usuarios de los medios, a quienes también proporcionaba indicaciones para la comisión de los delitos. Finalmente, en la banda había dos hombres operativos, un hombre de 47 años y otro de 61 años, ambos domiciliados en el área de Milán, que según lo emergido de las actividades investigativas, resultaron ser los asociados dedicados a la comisión de los delitos-fines, ya que estaban encargados de ir a la víctima presentándose bajo una falsa identidad y calidad para la recaudación del beneficio de las estafas. Los arrestados fueron llevados a sus respectivas prisiones de referencia, a disposición de la autoridad judicial que emitió el mandato.