Ayer por la tarde, los agentes de la policía ferroviaria de Nápoles notaron a un hombre en la estación que deambulaba en zapatillas; el mismo, al verlos, intentó eludir el control policial, pero fue alcanzado y detenido.
Los policías, después de identificarlo como un francés de 29 años, confirmaron que tenía una orden de arresto europea en su contra ya que había sido condenado a tres años de prisión por haber escapado, hace unos tres meses, de una comunidad en Francia y por lo tanto fue llevado a la cárcel de Poggioreale a disposición de la autoridad judicial procedente.
Ayer por la noche, sin embargo, un nigeriano de 26 años fue denunciado por los policías de la policía ferroviaria por los delitos de intento de robo, lesiones y resistencia a la autoridad.
En particular, los oficiales confirmaron que el acusado, poco antes, había roto el cristal de un bar fuera de la estación, y después de haber entablado una pelea con dos guardias de seguridad que intervinieron para detenerlo, fue detenido por algunos militares del ejército italiano, en servicio en la estación de Nápoles central como parte de la operación 'Calles seguras'.