E.g.o.: El arte de ser feliz ante la muerte

Lorenzo Balducci
Lorenzo Balducci
viernes 15 marzo 2024, 14:55
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Desde el viernes 22 hasta el domingo 24 de marzo en el teatro Sannazaro Lorenzo Balducci se presenta E.g.o. (extreme game over) escrito por Riccardo Pechini y Mariano Lamberti, quien también dirige la obra.

Tras el notable éxito de público de Allegro non troppo (agotadas casi 30 ciudades) y la consagración con el siguiente Fake (espectáculo de Navidad en el Off off theatre de Roma), regresa Lorenzo Balducci para cerrar una trilogía ideal de espectáculos que, aunque utilizan el clásico registro incisivo y provocativo del stand up comedy, siempre han tratado temas comprometidos y de relevancia sociocultural. E.g.o. El arte de ser feliz, no es la excepción, sino que aborda un tema aún más incómodo. El misterio más grande y fascinante que ha unido siempre a todo el género humano: la muerte. E.g.o. es, de hecho, el acrónimo de extreme game over.

Dadas las premisas, puede parecer arriesgado que el título incluya también la palabra felicidad, sin embargo, es precisamente sobre este paradoja que el espectáculo quiere reflexionar. Porque ignorar la finitud de nuestra existencia nos lleva, en última instancia, a vivir vidas infelices. Tomando como punto de partida la famosa frase de Ungaretti "Espero que la muerte me encuentre vivo", E.g.o. revisa las trágicocómicas estrategias con las que huyamos del pensamiento de nuestro final (que no se manifiesta solo como miedo a la muerte física sino también, en un sentido freudiano, como miedo al cambio, al envejecimiento, a la soledad y al abandono). Y así llegamos a las nuevas fronteras de la cirugía estética.

En China son populares las operaciones para "occidentalizar" los ojos almendrados, en América las que buscan parecerse a una celebridad en particular o incluso a un personaje de dibujos animados. Sin hablar de lo que sucede, sobre todo en Italia, por debajo del cinturón, con rejuvenecimientos, aumentos o alargamientos de diversas índoles. Porque el miedo a la muerte es también y sobre todo un negocio que factura miles de millones. Lo saben bien las industrias farmacéuticas, que ahora son plenamente "distribuidoras" de eterna juventud. O las agencias funerarias que organizan procesiones y exequias para nuestros queridos animalitos fallecidos, o los inmortales médiums, esos simpáticos evergreen capaces de hacernos enviar mensajes a nuestros difuntos con todo tipo de emoticonos faciales durante la trance.

Sin embargo, según algunas religiones, (en particular el Budismo) incorporar la consciencia de la muerte en la vida cotidiana garantiza vivir existencias plenamente realizadas y felices. Exactamente lo opuesto a lo que sucede en nuestra sociedad, no por casualidad atrapada por ese vacío existencial del que nacen dependencias, compulsiones sexuales (ayudadas por aplicaciones cada vez más dirigidas a satisfacer un consumismo de cuerpos), y esa ansia de fama, poder y éxito que une emblemáticamente a viejos políticos y jóvenes usuarios de Tik tok.

Como en los otros espectáculos, no faltarán incursiones en la filosofía y en la literatura, revisando, siempre de manera entretenida, las teorías "científicas" más originales sobre lo que nos espera en el más allá, los experimentos más extraños o, por el contrario, los ritos más fascinantes de algunas tradiciones populares italianas relacionadas con el culto a los muertos. La obra, escrita como las anteriores por Riccardo Pechini y Mariano Lamberti (quien también dirige esta vez), encuentra en Lorenzo Balducci un intérprete ideal, capaz con su gran talento de performer de entretener mientras trata temas importantes, pasando con soltura de Heidegger y Hillman a un lipsynch de Paola y Chiara.

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