A lo largo de los años, ha sido denunciado hasta 35 veces por su actividad como aparcacoches ilegal cerca del hospital Santobono en Nápoles. Fue condenado, se le suspendió la pena pero no respetó las prescripciones del juez y ahora ha terminado en prisión, condenado a 4 meses de reclusión.
La historia comenzó en 2018. Los carabineros de la compañía Vomero sancionaron a un hombre de 60 años del barrio de Sanità. Como sucede en muchas áreas de la ciudad, el hombre pidió dinero a algunos conductores en busca de estacionamiento. La primera sanción fue administrativa pero eso no le impidió continuar con su actividad y a las fuerzas del orden de informar y denunciarlo unas 35 veces, casi siempre en las calles que rodean el hospital pediátrico Santobono. El procedimiento judicial nunca se detuvo desde entonces y continuó hasta la condena. El juez impuso al hombre una multa de 2.000 euros y cuatro meses de reclusión pero con la suspensión de la pena y tantos meses de prueba.
A pesar de la condena, el hombre no respetó ni las prescripciones impuestas en el decreto de suspensión de ejecución para el encarcelamiento. Al no cumplir con los requisitos para beneficiarse de la suspensión, el juez restableció la pena de prisión. El hombre fue llevado a la prisión de Poggioreale y es allí donde cumplirá los próximos cuatro meses.