El caso de Chiara Ferragni, la necesidad – cada vez más compartida - de regular el mundo de los influencers, la proliferación de los haters. Y además: la inteligencia artificial y los algoritmos, que condicionan cada vez más nuestras existencias.
El festival internacional de filosofía de Ischia, In-Philosophy Festival, lanza su décima edición: el tema es «Identidades artificiales. En línea o fuera de línea, ese es el problema», desde hoy está activa la «convocatoria de ponencias» abierta a pensadores, investigadores, jóvenes estudiantes de filosofía de todo el mundo, que tendrán tiempo hasta el 15 de abril para proponer relaciones y profundizaciones sobre un tema muy actual, que inspirará - del 1 al 22 de septiembre - talleres, conferencias, charlas, presentaciones de libros con personalidades de la cultura nacional e internacional, pero también días ecológicos, exposiciones de arte y performances, según el ya consolidado formato del evento, promovido por la asociación InSophia.
«El Festival de Filosofía de Ischia se ha convertido en una realidad cultural de referencia para muchos estudiosos y aficionados. – explica Raffaele Mirelli, director del evento – Estamos contentos de proponer un tema tan delicado y actual. Existen tantas versiones de nosotros mismos y el mundo virtual nos ha permitido “ser” y “no ser” lo que somos. Habitamos dentro de un Metaverso que no necesita solo de nuestro cuerpo, de nuestro rostro. Las redes sociales han creado así nuevas oportunidades para expresar y definir nuestra identidad. A través de la compartición de fotos, pensamientos e intereses – continúa Mirelli - hoy se pueden crear representaciones de uno mismo en línea, verdaderos yo digitales. Si por un lado este aspecto puede ser considerado como un terreno sobre el cual construir, de manera creativa, un yo más libre de recorrer las fronteras de una sociedad concluida en el moralismo de la vida real, por otro podría poner a los individuos frente a un dilema: “ser” uno mismo en línea o fuera de línea? Un paradoja que resume bien el tiempo en que vivimos. Ya no es relevante conocerse a sí mismo, sino ‘cuántas veces’ debemos aprender a hacerlo durante nuestra existencia».