Uno de los problemas que se enfrentan durante la adolescencia es el del acné. Estamos hablando de un trastorno de la piel muy común, que causa malestar social para muchos jóvenes.
«El acné es una patología multifactorial - afirma la dermatóloga Mirella D'Andrea- caracterizada por la formación de comedones, pápulas, pústulas, nódulos, y/o quistes que se forman como resultado de la obstrucción y la inflamación de las unidades pilosebáceas. Se desarrolla principalmente en la cara y en la parte superior del tronco, afectando a los adolescentes la mayoría de las veces pero a veces puede aparecer también en edades más avanzadas (acné de inicio tardío). El diagnóstico se basa en el examen objetivo y el tratamiento se basa en la gravedad, puede incluir varios agentes tópicos y sistémicos dirigidos a reducir la inflamación y normalizar el proceso de queratinización y la producción de sebo».
La prevención y el tratamiento del acné debe ser realizado por profesionales médicos en el campo a través de una colaboración multidisciplinaria que permita la optimización de los resultados. Esta es la filosofía que el profesor Francesco D'Andrea, junto con su equipo, ha estado promoviendo durante años, porque a través de la integración del conocimiento se puede proporcionar la información correcta y los tratamientos terapéuticos más adecuados.
«Es importante subrayar- afirma el profesor Francesco D'Andrea - que el acné, una vez resuelta la fase aguda, puede dejar cicatrices más o menos evidentes, especialmente en la cara, que causan malestar psicológico. También podemos intervenir en este aspecto en colaboración con el dermatólogo con protocolos personalizados que van desde la medicina estética avanzada hasta las tecnologías más modernas».