El obispo de Nola, Mons. Francesco Marino, junto con toda la iglesia de Nola, expresa su plena cercanía y solidaridad con todos los trabajadores de la planta de Stellantis en Pomigliano d'Arco, quienes están viviendo momentos de gran preocupación e incertidumbre sobre su futuro laboral y el de sus familias, debido a los posibles recortes anunciados por la administración de Stellantis.
La planta de Pomigliano d'Arco es de alta calidad, juega un papel estratégico en la industria del automóvil y es fundamental para el desarrollo industrial de nuestro sur y de toda Italia.
Es un sector que en Campania proporciona empleo y respuestas salariales a miles y miles de trabajadores y trabajadoras.
Es cierto que, como nos recuerda el Papa Francisco, estamos presenciando un verdadero cambio de época, pero en esta histórica y delicada transición ecológica, no pueden y no deben ser siempre y solo los trabajadores, la parte más débil del proceso económico-social, los que paguen.
Pomigliano y las demás plantas del sur (y no solo) no pueden y no deben ser sacrificadas una vez más!
¡La iglesia no tiene soluciones técnicas o políticas en cuestiones sociales! Pero es su sagrado derecho-deber intervenir cuando está en peligro la dignidad de las personas y su derecho al trabajo, a través del cual el hombre participa en la obra creadora de Dios y es medio de sustento para su propia familia.
En sus numerosas intervenciones en apoyo del mundo laboral, el Papa Francisco recuerda a todos que "debemos luchar para que el trabajo sea una instancia de humanización y de futuro" y lanza continuamente una invitación para que "todos trabajemos con determinación para que nadie sea excluido del efectivo reconocimiento de los derechos fundamentales de la persona humana".
Nuestro pastor, Mons. Francesco Marino, en su Carta para la Pascua 2023, recordaba "la responsabilidad de los cristianos y de la iglesia de trabajar por el bien común, entendido - nos recuerda la doctrina social de la Iglesia - no como la suma de intereses individuales, sino como el bien de todo el hombre y de todos los hombres. Y, además, "Es necesario reafirmar los valores fundamentales de la atención a los pobres, la salvaguardia de la creación, la custodia del paisaje, la integración de los migrantes, la dignidad del trabajo, la subsidiariedad a las familias".
Acogiendo estas enseñanzas de nuestros pastores, la Iglesia de Nola invita a las instituciones a trabajar para salvaguardar el futuro laboral de los empleados campanos del grupo Stellantis y a activar políticas necesarias de apoyo al sector.
Además, insta a la empresa y al gobierno a tomar decisiones concretas a favor de los trabajadores, para un apoyo efectivo al empleo, a las familias y a la economía.
¡Debemos defender a toda costa los puestos de trabajo!
A los trabajadores, la Iglesia de Nola les dice: "¡No están solos!"
¡Siéntanse acompañados por nuestra oración y nuestra solidaridad concreta!
En la histórica visita que S. Juan Pablo II hizo a nuestra iglesia (23 de mayo de 1992) nos invitaba a "Construir la esperanza".
Juntos, Iglesia, instituciones, empresa y trabajadores, queremos construir una esperanza concreta para nuestro territorio y dar serenidad a los trabajadores y a sus familias.