Los dos leones, elementos decorativos de la Fuente de los Encantos, han sido hallados, después de cuarenta años, en los sótanos del Castillo Nuevo. Su localización en los últimos meses, gracias al trabajo en equipo entre el Servicio de mobiliario urbano y movilidad sostenible, el Servicio de Arte y bienes culturales y la Superintendencia de Arqueología, Bellas Artes y Paisaje para el Municipio de Nápoles.
Con los trabajos de restauración de la Fuente de los Encantos, de hecho, se ha iniciado también una labor de investigación bibliográfica y archivística en el ámbito de la cual se han realizado inspecciones en los depósitos municipales.
Gracias al material documental ha sido posible afirmar que los grandes fragmentos encontrados en el Castillo Nuevo, cuya atribución era incierta, eran precisamente parte de los antiguos leones. Hoy las estatuas han sido trasladadas al laboratorio para su completa restauración y colocación en su ubicación original. Mientras tanto, en la plaza Salvatore di Giacomo ya están en marcha los trabajos a cargo de la ABC para la instalación del sistema de la fuente.
“Hemos estado llevando adelante desde hace meses la restauración de las fuentes de la ciudad, no solo por el aspecto funcional y decorativo que representan – ha subrayado el alcalde Gaetano Manfredi – Casi siempre ellas representan testimonios significativos de historia urbana y creemos que las fuentes deben ser recuperadas, cuando es posible, tal como eran en el pasado. En el caso de la Fuente de los Encantos pronto podremos volver a admirarla como ya se podía ver solo en algunas fotos de hace medio siglo”.
“A lo largo de la costa ya han sido restauradas la Fuente del Gigante en via Partenope, la Fuente de la Sirena en plaza Sannazzaro y la Fuente del Sebeto en largo Sermoneta; – recordó el concejal de Infraestructuras Edoardo Cosenza – en el caso de la Fuente de los Encantos la restauración se completa con el rescate de los leones que habían sido “olvidados” durante años. Agradezco a la arquitecta Valeria Palazzo, directora del Servicio de Mobiliario Urbano, y a todos los que están trabajando en esta intervención que nos permitirá devolver a la fuente su integridad artística”.
La fuente de los Encantos, diseñada por Giovanni da Nola por voluntad del virrey Pedro de Toledo en el siglo XVI, fue inicialmente colocada en la plaza del Olmo, que luego se convirtió en plaza del Puerto o del Mercado de Puerto, situada a mitad de camino entre las actuales plaza Bovio y plaza Municipio, es decir, en la actual Via Alcide de Gasperi. Durante los tumultos de Masaniello fue gravemente dañada, y reparada varias veces a lo largo del siglo XVIII, hasta que en 1834, el arquitecto Pietro Bianchi (el autor de la basílica de San Francisco de Paula) la reconstruyó por completo. La fuente, en el período del Risanamento, fue luego desmontada de su posición original y reubicada en la plaza Salvatore di Giacomo a principios del siglo XX.
Es llamada “de los Encantos” porque una leyenda cuenta que una poderosa bruja de la ciudad, usaba el agua de esa fuente para sus “encantos”; pero también es llamada de la Coccovaja porque en el siglo XVI, cuando en la cima de la fuente fue esculpido el escudo del virrey, al pueblo la silueta le pareció idéntica a la de un búho que, en latín, se traduce precisamente “cocovaja”.