Un éxito más allá de las expectativas. Entradas agotadas en el Rosolino Club de Nápoles para la esperada fiesta benéfica de la Lilt de Nápoles liderada por el profesor Adolfo Gallipoli D’Errico, Bienvenida Primavera, tradicional cena espectáculo con Maurizio Filisdeo, que este año financiará el proyecto «Atención integral del paciente oncológico de larga supervivencia», es decir, aquel paciente que, a cinco años de la curación certificada y por lo tanto ya no considerado paciente oncológico por el sistema de salud nacional, necesita de todos modos un punto de referencia, un equipo especializado para vigilar las secuelas, psicofísicas, su bienestar, su salud.
Para recibir a los invitados, junto con el presidente de la sección napolitana de la entidad pública de voluntariado oncológico, su esposa Simona, junto con los otros protagonistas del Comité Promotor, con la coordinadora Daniela Farone y Mino Cucciniello. No podía faltar el equipo del Consejo Directivo presente con el rector de Suor Orsola Benincasa, Lucio D’Alessandro con Margherita, Gisella Pischedda, Ada Puca con su esposo Maurizio Maddaloni, presidente de la Fundación Carditello y Fernanda Speranza con Giuseppe Borselli. A su lado Sara Boscaino, en representación de la asociación Lilt Mujeres como Antes, y con ella Anna Pastore y Giuseppe Agrillo, verdaderos pilares de la secretaría de la Liga contra el Cáncer de Nápoles.
Entre los primeros en llegar, prontamente inmortalizados por los disparos de Pippo by Capri, la presidenta del Tribunal de Nápoles Elisabetta Garzo y Sergio Di Sabato con señora, Salvio Zungri, Anna la Rana con Ettore Di Nardo, Silvana y Michele Apuzzo, y Giuseppe Boccafusco con su esposa. No pocos los amigos de la prensa que también esta vez no quisieron perderse la cita primaveral de la LILT. Vistos, entre otros, una espléndida Lilli Albano, patrón de Canale 8, Maridè Vicedomini, Cristina Cennamo, Anna Paola Merone y Vanni Fondi y Roberto Aiello histórico responsable de la Oficina de Prensa de la Lilt napolitana.
Particularmente exquisitos y apreciados los platos de casa Rosolino: sartù de arroz, lasaña blanca, mezzani a la genovesa, luego segundos de carne y guarniciones de verduras bien regadas con excelentes vinos campanos. La guinda del pastel los dulces recién horneados, mini sfogliatelle ricce y frolle y, sobre todo, las graffas literalmente asaltadas.
Muchísimos los incondicionales en la sala, entre ellos, vistos los notarios Enrico Troisi con Fabrizia Satta, luego Fabri, Tony Petruzzi, Paolo Grilli, el abogado Massimo Profili con Rosi, Fabio Pinto con Maria, Franco Malvano con Giovanna, Peppe y Monica Rocco, todos listos para luego abarrotar la gran pista y dejarse llevar hasta altas horas de la noche por el extraordinario repertorio de Maurizio Filisdeo y por la muy talentosa Federica Celio con los éxitos de los años 70, 80 y a seguir hasta las canciones más emocionantes para bailar del último Sanremo. Gran música, mucha despreocupación y diversión, ayudando al prójimo.