Operaba dentro de numerosos centros estéticos irpinos y de Campania realizando inyecciones subcutáneas de botox y de rellenos, prescribiendo recetas y medicamentos sin ninguna titulación. Tenía una amplia red de clientes. Además de los numerosos servicios de medicina estética, realizaba - según la acusación - servicios como esteticista, publicitaba la actividad en su perfil de Facebook y publicaba posts relacionados con los procedimientos.
Una mujer irpina ha terminado en problemas, para quien se ha solicitado el envío a juicio tras el cierre de las investigaciones llevadas a cabo por los financieros de la Compañía de Ariano Irpino y coordinadas por la Fiscalía de la República de Benevento. Los delitos imputados son el ejercicio ilegal de la profesión médica, estafa, creación de documentos falsos e información falsa sobre cualidades personales. Las investigaciones comenzaron en noviembre de 2021 y se originaron a partir de una inspección realizada por los financieros.
En el curso de las investigaciones, se descubrió que la mujer, sin tener ninguna titulación, ejercía la profesión de médico estético realizando procedimientos de cirugía estética como rellenos labiales, botox e infiltraciones de ácido hialurónico en varias partes del rostro, llegando a percibir sumas cuantificadas en 5.560 euros. Durante la actividad de registro local, había mostrado a la policía judicial un pergamino de "Grado Corto para Docentes de Medicina Estética", emitido por la Universidad de Salerno que resultó falso debido a la inexistencia de una facultad denominada "Medicina estética" y una copia de un título de estudio con el encabezado "Universidad Tor Vergata", que también resultó falso.