Inauguración de la exposición 'Viernes Santo. Saco, cilicio y escapulario, génesis de un movimiento penitencial' en Villa Fiorentino

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martes 13 febrero 2024, 23:38 - Última actualización : 15 febrero, 14:39
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El sábado por la tarde, 24 de febrero (a las 18 horas), se inaugura en Villa Fiorentino la exposición 'Viernes Santo. Saco, cilicio y escapulario, génesis de un movimiento penitencial', comisariada por Massimo Fiorentino, prior de la Archicofradía de Santa Mónica.

El escaparate expositivo permanecerá abierto hasta el próximo 31 de marzo, todos los días de 10 a 13 y de 16 a 19; los sábados y domingos el cierre vespertino se pospone a las 20. La exposición se inscribe en la tradición de la península de Sorrento, que durante la Semana Santa, encierra una serie de eventos que muestran la historia, la fe y la tradición de un pueblo que, al amanecer del tercer milenio, sigue mirando con temor a un polvoriento pueblo de Galilea, donde nació la Redención. Culto que alcanza su clímax en las numerosas procesiones que se organizan.

En Villa Fiorentino se propone una exposición que, a través de imágenes y símbolos, quiere expresar el sentimiento de gratitud de las instituciones y de la población hacia quienes han logrado mantener encendida la antorcha del conocimiento que viene desde la noche de los tiempos. La exposición no se centra sólo en los sugerentes ritos que animan la Costa, sino que también destaca la actividad de las cofradías de otros países que bañan el área del Mediterráneo, como España. 'Esta exposición - explica el antropólogo Giovanni Gugg - es una valiosa cita sobre un rito plurisecular que distingue a Sorrento y, intrínsecamente, talla su temperamento y marca sus lazos. Las exposiciones documentales y fotográficas son siempre una oportunidad para hacer balance: es como si una comunidad dijera 'somos estos, hacemos esto'.

La exposición sobre los ritos de la Semana Santa, comisariada por Massimo Fiorentino, es un evento cultural relevante por varias razones: por los documentos propuestos, todos de gran interés histórico-cultural y artístico-religioso; para los visitantes extranjeros, que así pueden profundizar en una práctica local y no limitarse a ser 'espectadores'; para la comunidad de Sorrento, que tiene la oportunidad de sedimentar la memoria colectiva y descubrir afinidades y divergencias con rituales similares de otras localidades, pero sobre todo tiene la oportunidad de observarse y pensar, de restablecer un orden y un equilibrio entre memoria e identidad. La península de Sorrento, durante la Semana Santa, encierra una serie de eventos que muestran la historia, la fe y la tradición de un pueblo que, al amanecer del tercer milenio, sigue mirando con temor a un polvoriento pueblo de Galilea, donde nació la Redención. Culto que alcanza su clímax en las numerosas procesiones que se organizan. Ritos sugerentes centrados en el misticismo y la religiosidad popular. Encapuchados, faroles, coros polifónicos, bandas con sus conmovedoras marchas, cruces y símbolos de la Pasión, estandartes y gonfalones, hacen que el 'dies terribilis' esté lleno de pathos y rituales sagrados.

Este año, el Ayuntamiento y la Fundación Sorrento quieren rendir homenaje a estas manifestaciones que caracterizan la fe de los habitantes de la Costa a través de esta exposición. Una exposición que, a través de imágenes y símbolos, quiere expresar el sentimiento de gratitud de las instituciones y de la población hacia quienes han logrado mantener encendida la antorcha del conocimiento que nos llega desde la noche de los tiempos. La exposición no se centra sólo en los sugerentes ritos que animan la Costa, sino que también destaca la actividad de las cofradías de otros países que bañan el área del Mediterráneo, como España. Todo lo que se exhibe es auténtico. Las fotos de época a la albúmina, las grabaciones, las acuarelas, los estatutos de las cofradías son originales. Es interesante la colección de muchos medallones. El material expuesto es el resultado de más de cincuenta años de apasionada investigación de todo lo que gira en torno al mundo de las cofradías. Documentos valiosos que permiten a las nuevas generaciones descubrir un modus vivendi que durante siglos ha marcado la vida de oscuros cofrades, con su participación en lo que eran las obligaciones y las diversas iniciativas promovidas por las piadosas cofradías. Para acercar aún más a los residentes y turistas a estos fascinantes cultos, en los días en que la exposición estará abierta, se ha programado una prueba del Miserere en las escaleras de Villa Fiorentino para permitir a todos asistir. Una iniciativa que quiere recorrer el profundo sentimiento religioso que Sorrento y su península siempre han tenido.

Desde Vico Equense hasta Massa Lubrense hay muchas iglesias y capillas, así como muchos conventos y monasterios. Es precisamente en estos lugares de culto donde surgieron las cofradías, asociaciones de laicos con fines de piedad y devoción, donde, a diferencia de las monásticas, los asociados no están obligados a la vida en común, y no emiten votos. Su origen es incierto, pero seguramente se inspiran en el movimiento místico de los Flagelantes, o Disciplinantes, de 'disciplina', un manojo de cinco cuerdas, en recuerdo de las llagas de Jesús, surgido por voluntad del ermitaño Raniero Fasani en Umbría en 1260. Cuando este movimiento se agotó, nacieron y se desarrollaron las compañías o, mejor aún, las cofradías, todas movidas por un fuerte sentido de asociación religiosa que impregnó todas las clases sociales. Dependiendo de las regiones, fueron denominadas fraternidades, cofradías, gremios, collecta, sodalidades, scholae, estaurite, congregaciones, compañías y centurias. Las cofradías tuvieron una gran difusión entre los siglos XIV y XVIII, contribuyendo al crecimiento social y cultural de la sociedad, construyendo hospitales y hospicios, orfanatos y conservatorios. Organizaciones que se pueden definir como hijas de las corporaciones medievales. Gran parte de su patrimonio cultural ha llegado hasta nuestros días, superando las modas y las dificultades de los tiempos presentes.

'La confirmación de la existencia en la península de Sorrento de muchas cofradías también está dada por un edicto de 1825 del arzobispo Gabriele Papa, de lo que se desprende que en Sorrento, en aquel tiempo, había quince cofradías, una en Capri, una en Anacapri, ocho en la zona de Massa Lubrense y ocho en la de Vico Equense, junto con tres Monti dei Morti - explica el prior Fiorentino -. En febrero de 2024, hay 40 en funcionamiento en el territorio de la península de Sorrento. La mayoría de ellas llevan adelante las tradiciones populares de la Semana Santa, con ritos que incluyen un ceremonial amplio y solemne. Cada momento se repite con un guión no escrito al que todos recurren, casi como si quisieran marcar el sentido de pertenencia al territorio. Un vínculo fuerte, casi sagrado, con lo que representa un hilo rojo indisoluble que une a las diferentes generaciones. Es importante estar allí, participar, revivir esos momentos clave que tanto tienen de ese sentimiento que se anida en las llamadas expresiones de religiosidad popular'.

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