En la prisión napolitana de Poggioreale, un detenido ebrio, armado con un par de tijeras, amenazó con agredir al personal de Policía Penitenciaria que intervino para apaciguar una pelea entre dos detenidos.
Afortunadamente, fue neutralizado de inmediato. Según el secretario regional de Con.si.pe Campania Luigi Castaldo, «la gestión de los detenidos agresivos y de los psiquiátricos pone en serio cuestionamiento la seguridad de los policías penitenciarios así como el orden y la seguridad en los departamentos de detención. Desafortunadamente, los recursos disponibles no son adecuados para enfrentar los graves eventos críticos causados por estos tipos de reclusos ya que son impredecibles».
Castaldo pide «más psicólogos, psiquiatras, médicos y enfermeros, y estructuras adecuadas destinadas exclusivamente a tratar sujetos psiquiátricos».
«Sobre todo -agrega- sería deseable el uso del taser para evitar enfrentamientos y el uso coercitivo de la fuerza que a menudo puede parecer desproporcionado. Hoy en día, la presencia de reclusos psiquiátricos en las cárceles de Campania está desestabilizando la tranquilidad de los otros reclusos, poniendo en peligro la seguridad de todos».