Ayer, los agentes de la División de Policía Administrativa y Social de la Jefatura de Policía de Nápoles, inspeccionaron un establecimiento comercial en la calle Ulderico Masoni y descubrieron que se habían instalado dos máquinas de juego sin las correspondientes autorizaciones, tres de las cuales no estaban conectadas a la red de la Agencia de Aduanas y Monopolios.
Por estas razones, la propietaria del establecimiento comercial fue multada con un total de 22 mil euros, mientras que los dos dispositivos no conformes, con las respectivas apuestas de 1.110 euros, fueron confiscados.