Desde los «nuevos pobres» hasta los migrantes, desde los precarios hasta los ancianos. A partir del jueves 15 de febrero, regresan las reflexiones del ciclo de encuentros «La ciudad como comunidad educativa» ideado por la Universidad Suor Orsola Benincasa de Nápoles.
Un proyecto, fruto del trabajo del Centro de Ateneo para la Investigación Educativa y la Formación Avanzada de Profesores y Educadores y del Centro de Investigación sobre Desafiliación, Incertidumbre, Exclusión, destinado al estudio interdisciplinario y la recopilación de ideas sobre las elecciones socioeducativas, políticas y económicas de la organización del espacio urbano, con especial atención a las dinámicas de inclusión y exclusión que atraviesan cada configuración social y que afectan a grupos particulares de ciudadanos.
Ocho encuentros (hasta el 14 de junio) abiertos a todos que se llevarán a cabo en línea para permitir la intervención de algunos de los mayores expertos en los campos de la sociología y pedagogía de varias universidades italianas (desde Milán hasta Messina) con el fin de «rediseñar la vida en la ciudad a partir de una mirada interdisciplinaria e interseccional» como explican los profesores Unisob que idearon la iniciativa: Fabrizio Chello, profesor de Pedagogía General y Social, y Stefania Ferraro, profesora de Sociología de los Fenómenos Políticos.
El proyecto científico, también promovido con el apoyo de uno de los Centros de Investigación de relevancia internacional de la Universidad Suor Orsola Benincasa (Se-ForTECA - Grupo de Investigación Internacional Autogestión en situaciones de Transición: desde la Infancia hasta la Adultez) y de Urit (Unidad de Investigación sobre las Topografías Sociales), comenzará el jueves 15 de febrero a las 16 horas (con una reunión abierta a todos con enlace y programa completo de las intervenciones en www.unisob.na.it/eventi). El primer encuentro estará dedicado al tema «Habitar la ciudad: la mirada de las personas en condiciones de pobreza».
«El último Informe Regional sobre la Pobreza, realizado por Caritas Campania, traza un panorama desesperado, especialmente para Nápoles: en los últimos 10 años 170 mil jóvenes han dejado la ciudad por falta de trabajo; actualmente menos de una mujer de cada tres trabaja y la pobreza se multiplica, potenciando sus rasgos hereditarios del siglo XIX: entre los miembros de las familias que han utilizado los servicios y apoyos de Caritas para sobrevivir, ninguno ha podido mejorar realmente su situación económica». Así lo anticipa el sociólogo Davide Borrelli, miembro del comité científico del proyecto «La ciudad como comunidad educativa», anticipando los temas muy delicados de la primera reflexión promovida por Suor Orsola.
En las siguientes reuniones hasta el 14 de junio, se analizará «El habitar de las ciudades» desde varias perspectivas: la mirada de las personas migrantes, de los ancianos o de las personas en situación de precariedad.
«Este año - como explican los responsables científicos del proyecto, Fabrizio Chello y Stefania Ferraro - intentaremos llevar a cabo reflexiones y análisis, pero también y sobre todo nuevas ideas de proyectos, haciendo converger teoría y práctica, investigación y tercera misión de la Universidad, con el objetivo de contribuir a imaginar nuevas políticas e intervenciones destinadas a hacer de la ciudad una comunidad educativa de tipo abierto e inclusivo».
Justo en Suor Orsola, algunas de estas «emergencias sociales» ya han sido recogidas y abordadas con nuevos proyectos de formación avanzada como el Master para la prevención de la angustia juvenil y el Master para la Coordinación de estructuras y actividades socioeducativas para la tercera edad.