Llega a escena en las Officine San Carlo, el próximo viernes 19 y sábado 20 de abril, una reinvención de “La serva padrona” de Giovanni Battista Pergolesi, reescrita en versión electrónica.
La dirección está a cargo de Rosario Sparno, mientras que Massimiliano Sacchi y Giulio Fazio han supervisado la elaboración electrónica. La escenografía es de Kristina Psoni, los vestuarios de Giusi Giustino, y el diseño de iluminación de Simone Picardi.
El elenco
El elenco vocal incluye a Costanza Cutaia, quien dará voz y rostro a Serpina, Ignas Melnikas en el papel de Uberto y Renato De Simone en el de Vespone. En versión electrónica, Pergolesi brilla en el dinamismo de sus melodías, revelando su modernidad: Marco Palumbo al clavecín será acompañado por Giulio Fazio en el sintetizador que, junto con Francesco De Simone, estará al live electronics.
La historia de “La serva padrona”
La serva padrona, presentada por primera vez en 1733 en el Teatro San Bartolomeo, representa el género del cómico en música en su máxima expresión y florecimiento. El texto de Gennaro Antonio Federico ofreció a Pergolesi la oportunidad de un capolavoro de equilibrio entre vivacidad dialogal y proporción formal, realismo y estilización, grotesco caricaturesco y sutiles matices psicológicos.
El resultado fue una pequeña obra maestra que consagró la grandeza de la ópera buffa napolitana con la realización de una comedia desenfrenada y energéticamente positiva, que desató clamor en toda Europa con un debate que involucró a las mentes más brillantes de la época, desde Rousseau a Diderot, desde Grimm a d'Alembert hasta el mismo Voltaire.
“La verdadera Serva padrona es la ópera buffa misma – afirma Rosario Sparno – Nacida para “servir” de intermedio a una ópera “patrona” (Il prigionier superbo, ópera seria para la cual La serva padrona fue concebida como intermedio cómico), esta vivaz y alegre ópera buffa de Pergolesi ha asumido con el tiempo la dignidad, la fuerza y la autonomía de una verdadera Ópera Patrona. Lo que vivimos en escena – continúa – es a todos los efectos el ménage de una pareja de enamorados que se desafían, se provocan y se persiguen en un juego de roles para deconstruir y reconstruir cada vez. Todos los días. Es el juego de la seducción, el suyo. De afirmación de poder del uno sobre el otro”.
Concluye Sparno: “Serpina y Uberto son ambos conscientes de que los roles nunca están definidos y cualquiera de ellos puede revertir su situación en cualquier momento. Incluso la original y muy conocida partitura setecentesca se doblega esta vez y también se somete a los sonidos electrónicos. Vespone es el Sirviente que asiste a este juego. Participa obediente pero divertido porque sabe que ninguna Ópera Patrona de amor, celos o de poder podría ir en escena sin él, que actúa como un público discreto y soñador”.