La Tragedia de Ricardo III: Debut en el Festival de Teatro de Campania 2023

«La tragedia di Riccardo III o della morte e altri inganni»
«La tragedia di Riccardo III o della morte e altri inganni»
lunes 12 febrero 2024, 10:30
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Después del debut en el Festival de Teatro de Campania 2023, desde el viernes 16 hasta el domingo 18 de febrero (viernes y sábado a las 20.30; domingo a las 18) llega al escenario de Sala Assoli «La tragedia de Ricardo III o de la muerte y otros engaños», reescritura de «Ricardo III» de William Shakespeare por Gianluca Bonagura y Elvira Buonocore, con Edoardo Sorgente interpretando al sanguinario personaje shakesperiano, dirigido por Gianluca Bonagura.

La tragedia de Ricardo III - primer trabajo de la compañía de teatro falsepartenze, realizado en colaboración con Casa del Contemporaneo y Nostos teatro - constituye el primer capítulo de la Trilogía de las bromas infinitas, dedicada por la compañía a las obras del gran dramaturgo inglés. La reescritura captura a Rey Ricardo en la fracción de segundo que separa la vida de la muerte, lo que según el Bardo Thodol, el libro tibetano de los muertos, es el bardo, es decir, el momento en que se tiene la oportunidad de revivir toda la vida.

En el Bardo Thodol, el bardo se indica como la etapa intermedia que el alma consciente vive después de la muerte o mejor, entre la muerte y la reencarnación. Según esta teoría, después de la muerte: «la mente permanece en la continuación de la vida recién concluida. Se regresa a los lugares y a las personas conocidas, apareciendo inmediatamente en cualquier lugar que se piense».

En esta reescritura, el protagonista absoluto es el tiempo: Ricardo siempre quiere más y tiene prisa por tenerlo. ¿Por qué? Porque no hay tiempo. O mejor dicho, sabe que no tiene suficiente. Y, en particular, se perfila la obsesión con la muerte: el diseño que emerge se mueve sutilmente en trazar la lucha de Ricardo con el destino y su juego en el tablero del mundo. Ese mundo en el que la deformidad es interior; donde el ansiado trono no es más que la búsqueda concreta de un reconocimiento unánime de su belleza: Ricardo quiere ser amado.

Las tramas que lo llevan a la búsqueda de este amor están llenas de asesinatos y homicidios. Y el reconocimiento, la corona, el trono, incluso cuando llegan no tienen el sabor que él imaginaba o quizás íntimamente deseaba que tuvieran.

«Desde el punto de vista dramatúrgico, contar el momento de la muerte de Ricardo - explican Bonagura y Buonocore - significa subvertir la lógica del clásico flujo narrativo temporal y llegar a un nuevo espacio/tiempo, el de la memoria, el sueño, donde las ilusiones están más vivas, donde las ficciones son palpables y se puede tocar con la mano la ambición secreta, la negación, el esfuerzo, la abnegación de un personaje humano tan humano que lo sentimos profundamente cercano a nosotros, a nuestra vida, a nuestra época. Una época marcada por la expansión del capitalismo, basada y construida en el ascenso social y en la que la sombra del fracaso resuena sobre las cabezas de todos como un espectro. Donde los verdaderos fantasmas tienen cuerpos vivos y pensamientos soberbios, voces dóciles y dientes afilados. A este macro-tema se unen otros temas más sutiles, presentes pero visibles en filigrana, como el de la exclusión y el fracaso. Ricardo es un excluido y como tal hace todo lo posible para entrar en el círculo de los elegidos, su ansia de poder es ante todo hija de una revancha social y por lo tanto familiar».

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