La Via Crucis en el Instituto Menoril de Airola: Un Llamado a la Reflexión y la Esperanza

Celebrada, también en el Instituto Menoril de Airola, la Vía Crucis. En primera línea la directora del Ipm Eleonora Cinque, el magistrado de vigilancia Margerita Di Giglio, el defensor campano de los detenidos Samuele Ciambriello, el vicealcalde de Airola Michele Napoletano, el capellán del Ipm don Liberato Maglione y el obispo de Sant'Agata de' Goti Giuseppe Mazzafaro. La celebración se llevó a cabo en el jardín de la cárcel, las catorce invocaciones que concluyen los textos para la Vía Crucis fueron escritas por los detenidos de la cárcel de Padua, adultos y menores, textos que luego fueron retomados en la Plaza de San Pedro. Inmediatamente después, el defensor y parte de su equipo se quedaron en un almuerzo de convivencia con los chicos, obsequiándoles pastieras napolitanas para celebrar juntos la Santa Pascua. “Después de la Vía Crucis en el instituto - dijo Ciambriello al margen del evento -, donde recordamos a Jesús muerto inocentemente en la cruz, mi primer pensamiento va hacia todos los inocentes de la historia que han sufrido una condena injusta. Cada vez que entro en el Ipm de Airola, desde el lejano '89 este cárcel, ex prisión-escuela, como voluntario o como presidente de la asociación “La Mansarda” que acogía a menores en dificultades, y también cada vez que veo a estos chicos siempre encuentro un mundo oculto, en el cual con las miradas comprendo claramente que podría haber estado yo en su lugar si mi vida hubiera tomado una dirección diferente. La cárcel, incluso la juvenil, sigue enterrando hombres vivos, adolescentes a medias. Hay chicos de 14 a 16 años que ya son padres y entonces me pregunto cómo han podido vivir la paternidad. Creo que hay un mar fuera así como hay un mal fuera, una juventud suspendida que no ha conocido la belleza, el afecto, la igualdad, la cultura. Entonces pienso que también en un instituto menoril junto a la custodia debe haber cuidado, ¿y quién debe hacer este cuidado? ¿A quién le correspondía la prevención de estos menores? Quiero agradecer públicamente a la dirección de la cárcel de Airola, a la policía penitenciaria y al área educativa, pero debemos darnos cuenta de que incluso cuando hay problemas en una cárcel, como la de Airola, no debemos hacer rebotar la noticia como si fuera un motín o un problema general. Allí no hay aspirantes a sacerdotes, allí dentro no hay chicos en un colegio, debemos tener la capacidad de escuchar más y cuando hay problemas debemos tratar de no relajar inmediatamente a quien los crea. Luego Ciambriello añade: “Veo muchas veces a estos chicos que viajan de un instituto a otro como si fueran paquetes. Espero una mayor atención por parte de la sociedad civil. Agradezco al obispo de Cerreto Sannita y Sant'Agata de' Goti por la atención que tiene hacia estos chicos, cuyas conclusiones fueron muy apreciadas por los chicos también por su estilo muy humano y cordial. Necesitamos crear menos muros y más puntos de convergencia, más puentes. Menos muros y más puntos de ayuda”.