Se titula Letizia Battaglia - Una vida. Como un puñetazo, como una caricia y es la primera muestra itinerante dedicada a la fotógrafa palermitana. La exposición, que se llevará a cabo del 9 de marzo al 19 de mayo en Salerno, pretende poner en diálogo algunos sitios histórico-artísticos de la ciudad antigua con el arte fotográfico de Letizia Battaglia. Así, después del éxito de las últimas exposiciones en el Palacio Ducal de Génova y en las Termas de Caracalla en Roma, la fotografía de Battaglia regresa al sur con una muestra curada por Paolo Falcone y organizada por la asociación Tempi Moderni en colaboración con el Archivo Letizia Battaglia y la Fundación Falcone para las Artes.
El cuerpo central de la exposición, que en total incluye la exhibición de más de cien obras, además de videos, documentales, revistas y libros, será instalado en los salones del Palacio Fruscione, histórico edificio del siglo XIII, y en la Iglesia de San Sebastián del Monte de los Muertos, gracias al Ayuntamiento de Salerno. A estos se suman el Patio del Palacio Pinto, gracias a la Provincia de Salerno; la Capilla de San Ludovico, gracias al Archivo de Estado; la Capilla de Santa Ana en San Pedro a Corte y el Hipogeo de San Pedro a Corte, gracias a la superintendencia de Bellas Artes y Paisaje de Salerno y Avellino.
En una ideal circularidad, se construye, alrededor del arte de la fotógrafa, editora y activista palermitana, una red de lugares sugerentes, dando vida a un espacio dinámico de disfrute que permite una visita itinerante en el corazón antiguo de la ciudad de Salerno, en un diálogo constante entre el arte de los lugares elegidos y el arte de la fotografía. «Con esta exposición -explica el curador Paolo Falcone- se continúa manteniendo la tradición de romper los esquemas, de borrar los temas, ignorar las cronologías para construir una obra única y polifónica que, en esta ocasión, involucra varios lugares del centro histórico de Salerno, donde la fotografía y la vida cotidiana confluyen en un único camino poético, conmovedor y dramático que resalta la extraordinaria sensibilidad visual de la fotógrafa palermitana».
En Salerno se combinan por la "primera vez" las clásicas suspensiones de las obras fotográficas que han caracterizado las anteriores exposiciones curadas para Battaglia, junto con las suspensiones de las obras a través de los caballetes de cristal experimentados y propuestos en las Termas de Caracalla en Roma, caballetes que son un homenaje a la gran arquitecta ítalo-brasileña Lina Bo Bardi.