Luca Curatoli: Bronce Mundial en Tbilisi

El regalo de cumpleaños más bonito Luca Curatoli se lo envolvió solo, con su sable. Un bronce Mundial que brilla y que vale también la primera medalla individual masculina de la esgrima italiana en el Campeonato del Mundo de Tbilisi. Una afirmación que faltaba, para el napolitano de treinta y un años de las Fiamme Oro, desde el Campeonato del Mundo de 2019 en Budapest, cuando alcanzó el mismo escalón del podio. Una hazaña fruto de una 'continua lucidez y de un gran trabajo realizado después de la Olimpiada de París', dijo el maestro y hermano Leonardo Caserta que explica: 'Estamos trabajando mucho para que Luca amplíe su repertorio de toques. Para ganar, pero sobre todo para divertirnos juntos. La clave ha sido aprender a contener la parte negativa de la impetuosidad que es una peculiaridad de mi hermano y que a menudo se traduce en imprecisión'. El camino del napolitano clase 1994, atleta del Club Scherma Chiaia que se entrena también en la Champ Napoli, comenzó directamente desde el cuadro de 64, asalto en el que Curatoli superó al británico Webb 15-13. Prosiguió luego con las victorias fáciles contra el chino Lin, eliminado 15-6, y el húngaro Rabb derrotado 15-8. El espectáculo sin embargo alcanzó su apogeo en los cuartos de final cuando el sablista napolitano, medalla de plata en los Juegos de Tokio 2021 en el evento por equipos, conquistó la certeza del podio mundial con el éxito estruendoso contra el tres veces campeón olímpico individual Aron Szilagyi, relegado a los pies del podio con el marcador de 15-12. 'El mejor asalto de siempre de Luca que yo recuerde, me lo he disfrutado mucho', cuenta aún el maestro Caserta. Solo en semifinal llegó el alto para el napolitano que se rindió ante el francés Jean Philipe Patrice, hábil para imponerse en remontada 15-13 sobre el italiano. 'Es una medalla muy importante: a diferencia de 2019 este éxito sabe a consciencia', cuenta el bronce mundial. 'Con Szilagyi era un partido difícil sabía que podía lograrlo, los precedentes no estaban a mi favor, pero fue una satisfacción grandísima vencer a un tres veces campeón olímpico en un partido con un podio en juego. Es un éxito fruto de un trabajo muy duro, el sable está cambiando y yo estoy mejorando gracias a mi hermano Leonardo. La dedico a mi familia, a mi novia Nancy y a Lorenzo Bonicelli, el gimnasta actualmente en coma farmacológico tras un grave accidente', concluyó Luca Curatoli. En un día de fiesta, la guinda del pastel llegó para la alegría del napolitano Gigi Tarantino, maestro del georgiano Bazadze, que se coronó Campeón del Mundo.