Un restaurador había construido ilegalmente, en terreno público frente a su local, una estructura de 30 m² de aluminio y vidrio anclada al suelo y cerrada en los cuatro lados. Se había equipado con mesas y sillas, dotada de sistema eléctrico para iluminación LED y sistema de aire acondicionado. Además, se le acusó al restaurador de otra ocupación ilegal de terreno público de 40 m².
Como parte de la misma operación de control, se presentaron multas por un total de 11.000 euros, con multas también para otros establecimientos públicos controlados.
En particular, se emitieron dos sanciones por ocupación ilegal de terreno público, una por falta de licencia para la venta de alcohol, una por la falta de impacto acústico, una por la falta de licencia para la administración y la licencia sanitaria.