Nueve familias viven en el antiguo hospital psiquiátrico Frullone de Nápoles, que fue ocupado por varias unidades familiares después del terremoto de Nápoles en 1980. Hoy han recibido una orden de desalojo ejecutiva de la Asl, propietaria del edificio, y han organizado un sit-in fuera del Ayuntamiento, en la plaza Municipio. «Después de 40 años en el antiguo manicomio no al desalojo sin casa», la pancarta que han mostrado frente al Palacio San Giacomo con otros carteles entre los que se encuentra «El terremoto para nosotros dura 40 años».
«Estamos desde los años '80 - dice Eduardo Montuori en nombre del grupo entero - en este edificio en ruinas, a donde fuimos por la falta de alternativas. Estamos dispuestos a irnos pero pedimos que se nos asignen viviendas sociales». Mañana se espera una reunión en la prefectura entre las instituciones para abordar el problema. «En todos estos años - recuerda el manifestante - nos prometieron casas en Piscinola, luego en Melito, en Marianella, casas que siempre desaparecieron. Hablamos con Bassolino, Iervolino, de Magistris, con la Región Campania, con la Asl. Nuestros hijos no invitan a compañeros a casa porque se avergüenzan de su situación, muchos de nosotros estamos en tratamiento con el psicólogo. Ahora el Ayuntamiento debe darnos una respuesta, las familias no pueden ir a la calle después de 40 años».
Las primeras tres familias serán desalojadas el viernes: «No sabemos a dónde ir - explica una de las manifestantes - queremos una respuesta ahora, las personas no se tratan así. No podemos más, es una vergüenza para Nápoles mandarnos en medio de una calle».