Los carabinieri forestales de Marcianise, junto con el personal del Servicio veterinario Asl del servicio de animales callejeros y equinos de Aversa, en el garaje de un complejo residencial de Teverola, fueron atraídos por los ladridos de un perro provenientes de un box de auto cerrado por una cortina metálica y con la iluminación interior apagada. Una vez localizado el dueño del box de auto, que permitió el acceso al local, se pudo constatar en su interior la presencia de una perra de tamaño mediano, de pelaje blanco y marrón, con presencia de excrementos en el suelo, atada con una cinta de nylon (uso de persiana), fijada a un clavo. No había rastro de comida. El perro también reconoció a su dueño.
En el box de auto no había ningún dispositivo que permitiera la renovación del aire, irrespirable debido a los malos olores provenientes de los excrementos. El perro también carecía de microchip identificativo. Al haberse detectado responsabilidades penales a cargo del dueño del perro en relación con el delito previsto en materia de tenencia de un animal en condiciones incompatibles con su naturaleza y que producen graves sufrimientos, los militares han puesto al animal bajo custodia judicial en una pensión para perros y han denunciado al propietario.