Un perro de doce años ha sido rescatado y confiscado por los guardias zoófilos de la Organización Internacional de Protección Animal (Oipa) en Casoria, en la provincia de Nápoles, y la persona que lo tenía ha sido denunciada por maltrato (artículo 544 ter del Código Penal). El perro, un mestizo de maremmano, estaba obligado a vivir encerrado en una habitación dentro de un almacén abandonado, atado a una cadena fijada a una pared, en un contexto de extrema degradación higiénico-sanitaria. En el momento del decomiso, no tenía ni agua ni comida disponibles.
“Sus condiciones de salud parecían graves de inmediato”, cuenta el coordinador de los guardias zoófilos de Nápoles y provincia, Fernando Cirella. “A Thor, así lo hemos llamado, estaba muy delgado y necesitado de atención médica. Alertamos a la Asl veterinaria de Casoria, que envió inmediatamente un veterinario para los primeros auxilios. Ni siquiera podemos entender cómo logró sobrevivir en una situación tan grave. Había estado en ayunas y sin beber durante días, no podía mantenerse en pie, tenía las uñas muy largas, pérdida de pelo, micosis en el área ocular, artrosis y deshidratación: esto es lo que los médicos encontraron en la clínica”.
Ahora Thor es huésped de una estructura donde está recuperando fuerzas y los guardias de Oipa están monitoreando sus mejoras. Podrá ser confiado a quien pueda ofrecerle, en sus últimos años de vida, un hogar y sobre todo amor y el cuidado adecuado. Al final del procedimiento, el cuidado podrá convertirse en una adopción definitiva. Oipa invita a no ignorar casos de degradación y maltrato de los que se tenga conocimiento y a dirigirse siempre a sus guardias zoófilos que, con pleno respeto a la privacidad, pueden intervenir para proteger a los animales.