Ha salvado a una discapacitada de las manos de un hombre violento, que explotaba esta debilidad, la mariscal de los carabineros Martina Cassarino, siciliana de nacimiento pero napolitana de adopción, que con su sensibilidad de mujer ha liberado a la mujer de 46 años de las cadenas que la habían aprisionado. Destinada en Torre del Greco, en la provincia de Nápoles, territorio difícil, donde son numerosos los casos de violencia de género, la mariscal Cassarino ha logrado su objetivo poniéndose en el lugar de la víctima, «percibiendo su dolor, sus necesidades de mujer».
Entendiendo, en esencia, que solo sintiéndose como ella podría realmente ayudarla. «La verdadera belleza de una mujer reside en su carácter y en su valentía para afrontar las dificultades y hacerse espacio en la vida y en el trabajo». El episodio que la ha visto protagonista es reciente: el hombre ha sido neutralizado gracias a una denuncia. «He sentido en mi piel la denigración y la humillación - explica la mariscal Cassarino - la víctima necesitaba ánimo porque ese hombre la golpeaba explotando su discapacidad».
El ex, a menudo bajo el efecto de las drogas, la amenazaba y humillaba: «Te mato, te prendo fuego con gasolina, te corto la otra pierna y te pongo en una silla de ruedas». En esta fase, la ayuda del mariscal ha sido determinante: «Quería que se sintiera segura de sí misma - explica Martina - que entendiera que la mujer nunca es inferior al hombre. Lo entendió y denunció, se liberó. Ha sido una gran victoria». «Seguimos en contacto, - informa aún la mariscal Cassarino - la acompañé cuando le fue entregado el Mobil Angel, un dispositivo con el que ahora puede solicitar nuestra intervención solo presionando un botón, un instrumento que se está revelando realmente efectivo en la lucha contra la violencia de género. Y recordarlo hoy, el 8 de marzo, día en que se celebra a la mujer, me hace aún más orgullosa. Siempre estaré al lado de quien quiera rebelarse».