Nápoles. Músicas de Boccherini, Mozart y Haydn en el concierto, miércoles 20 de marzo (20.30 horas) en el Teatro Acacia de Nápoles, del violonchelista Enrico Bronzi con la Orquesta La Filharmonie dirigida por el maestro Nima Keshavarzi. Una noche con la que el conjunto toscano, compuesto exclusivamente por músicos menores de 35 años, continúa en Nápoles, en la temporada musical de la Asociación Alessandro Scarlatti, su gira italiana promovida en el marco del proyecto de «Circulación Musical en Italia» del CIDIM /Comité Nacional Italiano de Música.
«Una noche de gran interés y mérito – subraya Tommaso Rossi, director artístico de la Asociación Scarlatti – que, al valor de la propuesta artística sintetizada en el notable programa musical, añade para estos jóvenes músicos de talento la preciosa ocasión de exhibirse y de ser conocidos y apreciados por nuestro público». Con un programa musical centrado en grandes representantes de la música del siglo XVIII y del “estilo clásico”, la Filharmonie interpretará la “Sinfonía n.4 en Re mayor Op. 21 G.496” de Luigi Boccherini, el “Concierto n.2 en Re Mayor para violonchelo y orquesta Op. 101” de Franz Joseph Haydn y la “Sinfonía n.29 en La mayor K.201” de Wolfgang Amadeus Mozart.
Violonchelo solista, en Nápoles y para todas las fechas de la gira, es el maestro Enrico Bronzi, célebre virtuoso del instrumento (y también apreciado director de orquesta), colaborador de muchos grandes artistas como Martha Argerich, Alexander Lonquich, Gidon Kremer, Angela Hewitt, Joshua Bell, Stefan Milenkovich y conjuntos como el Cuarteto Hagen, la Kremerata Baltica Chamber Orchestra y el Giardino Armonico.
«Hemos elegido tres autores fundamentales del siglo XVIII – subraya el Maestro Nima Keshavarzi - que siguen siendo una prueba indispensable para cualquier conjunto musical. En el centro, el violonchelo: comenzaremos la noche con las músicas de Boccherini, el más célebre virtuoso de este instrumento de su tiempo, así como hábil compositor; a continuación Haydn, padre del cuarteto y de la sinfonía, de quien interpretaremos el segundo concierto para violonchelo y orquesta, uno de los máximos de la escritura para este instrumento, hasta llegar al genio de Mozart con una de las páginas más luminosas de su producción sinfónica, la n. 29».